Si la superestrella de la gimnasia estadounidense Simone Biles realizara su triple salto mortal doble con giro al ritmo de “…Ready For It?” de Taylor Swift en los Juegos Olímpicos de París, como lo hizo en las pruebas a finales de junio, casi con seguridad NBC no necesitará una costosa licencia especial para transmitir la canción en vivo. NBC paga a las organizaciones de derechos de ejecución ASCAP, BMI y SESAC por licencias públicas generales, y las PRO (Organizaciones de Gestión de Derechos de Ejecución) distribuyen los pagos de regalías a sus cientos de miles de miembros, como letristas, compositores y editoras, desde Paul McCartney hasta Dua Lipa y la propia Swift.
Estos pagos pueden sumar mucho dinero. Los Juegos Olímpicos de 2020 atrajeron a más de 3.000 millones de espectadores, un factor clave para determinar los pagos de regalías por ejecución. “Cuanto mayor sea la audiencia de la transmisión, generalmente resultará en una regalía más alta”, dice un portavoz de ASCAP.
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Para transmisiones en vivo por televisión o en línea, las licencias generales cubren todos los derechos necesarios de la canción: las PRO extranjeras pagan los derechos de transmisión de televisión extranjera y las PRO de Estados Unidos pagan los derechos de Estados Unidos. La cosa se complica si NBC decide usar la canción más tarde, en una transmisión diferida, en un video destacado o en algún tipo de streaming on-demand, al estilo de YouTube. En tales casos, NBC podría requerir una licencia de sincronización separada, negociada con una editora, dice Joy Butler, abogada de tecnología digital y de entretenimiento en Washington, y autora de The Permission Seeker’s Guide Through the Legal Jungle.
“Pero NBC podría tener razones para no obtener esa sincronización”, añade Butler. “Están reportando sobre los Juegos Olímpicos, que es un evento noticioso. Eso les da excelentes razones para apoyarse en el uso justo”.
El uso justo se refiere a una doctrina de derechos de autor en Estados Unidos en la que un periodista puede transmitir fragmentos de una canción grabada en el contexto de reportar una noticia, o citar letras mientras reseña un álbum. Si un informe noticioso de NBC sobre la actuación olímpica de Biles capta un poco de “…Ready For It?”, eso podría calificar, pero NBC tendría que proceder con cuidado. “El uso justo es muy caprichoso”, dice Butler. “Los casos pueden ir en ambas direcciones. Por lo tanto, tienes que hacer una evaluación de riesgos si tienes música de fondo y tienes una versión grabada que [se transmitirá de manera] diferida u on demand”.
Los productores de TV no suelen estar inclinados a contactar a los titulares de derechos y negociar nuevas (y quizás costosas) licencias para usar una canción de fondo en un video grabado, dice Butler: “Definitivamente sucede que los productores optan por ser cautelosos y no reproducen la música, solo dejan correr el video sin el audio”. Un portavoz de NBC declinó hacer comentarios para este artículo.
Este sistema de pago de regalías puede ser engorroso, pero sitios públicos como el Bercy Arena en París y cadenas como NBC están acostumbrados. Dice el representante de ASCAP: “Este es el mismo sistema que aplica para toda la programación audiovisual, incluyendo otros eventos deportivos”.